Fuente de la imagen: Tumisu en pixabay |
Realizo la introducción anterior porque en la tarde del martes, un directivo me preguntaba si era normal que más del 10% de su presupuesto corporativo estuviese asignado a subcontratación en “la nube”. Mi respuesta fue rápida: “Hasta puede ser poco”. Y es que, dependiendo de la actividad que realice su empresa, puede llegar dicha asignación presupuestaria al cincuenta por ciento de los costes de la unidad productiva, hasta el punto que algunas entidades se están planteando crear el puesto de “director cloud”, persona encargada específicamente de optimizar todo lo relativo a la subcontratación en la nube.
Recientemente, se escribía en The Economist, The battle of the computing clouds is intensifying[4], sobre que el actual oligopolio de esta industria (Amazon Web Services (AWS), Microsoft Azure, Google Cloud Platform (GCP) y, en China, Alibaba y Tencent), estaba amenazado por los “insurgentes”. Coincido con el editorial en que el motivo para dedicar recursos a la nube es la posibilidad de tener al alcance aplicaciones informáticas adicionales con solo unos clics. Pero lo anterior no es óbice para que demos “carta blanca” a la contratación sin un plan previo y un uso razonado de dichos recursos informáticos. Fuente de la imagen: Tumisu en pixabay.
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[1] Velasco Carretero, Manuel. Ayudas para Cloud (2014), La nube en IBM (2014), Trabajando en Babia (2011), Ayudas para tecnologías habilitadoras digitales (2019), Modelando el futuro digital de la Unión Europea (2020), Profesorado, Alumnado, Datos y Nube (2018). Sitios visitados el 15/12/2021.
[2] Velasco Carretero, Manuel. Directrices de subcontratación en la nube. 2020. Sitio visitado el 15/12/2021.
[3] Regulador de los mercados de valores de la Unión Europea (UE). Si quieres acceder al texto clickea AQUÍ.
[4] The Economist, The battle of the computing clouds is intensifying. 2021. Sitio visitado el 15/12/2021.