Fuente de la imagen: archivo propio |
Poco a poco intento subsanar las anteriores deficiencias de forma autodidacta, unas veces, y procurando prestar atención al rico léxico que me envuelve, en otras. Me dice una compañera que entiende bastante de redacción que todo se solventa con lectura comprensiva a raudales y observancia y entendimiento de las “reglas del juego” de la ortografía y gramática. En cuanto a qué aspecto es más decisivo en el ámbito universitario (el lenguaje, la voz, la comunicación no verbal, etc.), en “Como un cubo de rubik”[2] estimé que todos forman un poliedro regular similar a ese todo mecánico tridimensional inventado por el escultor y profesor de arquitectura húngaro Ernő Rubik en 1974, cubo de rubik, donde todas las piezas del rompecabeza son importantes y dependiendo del proceso, procedimiento, juicio…
El caso es que en las programaciones de varias de las especialidades universitarias regladas que he tenido la oportunidad de realizar, incluían asignaturas relacionadas con la redacción y la expresión. Resaltar de los estudios de Derecho “Comunicación Oral y Escrita” y la Diplomatura de Empresariales con “Técnicas de Expresión” (En la Licenciatura de Económicas no recuerdo). De esta última asignatura todavía anda por la estantería uno de los libros de cabecera, “Curso de Redacción”[3], del pensamiento a la palabra, teoría y práctica de la composición y del estilo, de Martin Vivaldi, que en España ha tenido un relativo éxito, con más de treinta ediciones. Parte de este texto también se ha editado en el sitio book--post, bajo el título “Teoría y práctica de la composición y del estilo”. Fuente de la imagen: archivo propio.
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[1] Velasco Carretero, Manuel. El valor de la norma. 2015. Sitio visitado el 30/08/2021.
[2] Velasco Carretero, Manuel. Como un cubo de rubik. 2014. Sitio visitado el 30/08/2021.
[3] Martin Vivaldi, G. Curso de Redacción. Ed. Paraninfo. 1978.