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Esos conceptos son solo dos de las consecuencias de la dependencia tecnológica, existiendo otros tantos[7]. Interpretando a Dan Ariely[8], la mayoría de la gente percibimos esos “hábitos” como de mala educación, ansiedad, inseguridad, depresión, inestabilidad emocional, evasión, engaño... repercutiendo negativamente en las relaciones interpersonales. Para Ariely “a menudo tiene más que ver con la personalidad del phubber que con la falta de interés en la conversación”. Por lo anterior, para Carola, “serán tecnologías útiles dependiendo del uso responsable y correcto que se haga de ellas”. Coincido con la doctrina consultada en la necesidad de establecer límites en el uso de las TICs en los espacios generados de encuentros físicos, no virtuales, con terceros, promoviendo la comunicación interpersonal y propiciando una utilización armónica de las TICs, de forma que a la vez que estamos conectados con el entorno, retomemos en el momento adecuado o pertinente la conexión virtual. Fuente de la información: doctrina referenciada y elaboración propia. Fuente de la imagen: archivo propio.
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[1] Junquera, Carola. Desconectados del entorno y conectados a la red: tan cerca pero tan lejos. Revista KubernÉtica. 2015.
[2] Rodríguez-Ponga, Alfonso. Estamos cambiando: la nomofobia. Ersap. 2011.
[3] Solano Altaba, María. Las nuevas tecnologías en la familia y la educación: retos y riesgos de una realidad inevitable. CEU ediciones. 2013.
[4] Del inglés “no-mobile-phone-phobia”.
[5] Puede traducirse por ningufoneo.
[6] https://www.fundeu.es/recomendacion/phubbing-puede-traducirse-como-ningufonear/ Sitio visitado el 29/08/2021.
[7] Enganchados a las redes, Revista Médica. 2014.
[8] Ariely, Dan. Why We Ignore Friends to Look at Our Phones. The Wal Street Journal. 2021. Sitio visitado el 29/08/2021.