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| Fuente de la imagen: archivo propio |
¿Qué tiene que ver un chamán en el mundo empresarial? Define Manvir Singh[1] el chamanismo como esa experiencia espiritual que involucra a un practicante, un chamán, que se cree que interactúa con un mundo espiritual a través de estados alterados de conciencia, como el trance, con la finalidad de dirigir las energías espirituales al mundo físico, para la curación o algún otro propósito. Estas prácticas han atraído el interés académico, desde antropólogos hasta psicólogos, pasando por historiadores o filósofos y, por supuesto, en el ámbito económico o empresarial. La antropóloga Alice Kehoe[2] critica las formas occidentales modernas del chamanismo, entendiendo que tergiversan o diluyen las prácticas indígenas, al tiempo que se refuerzan ideas racistas como the noble savage (noble salvaje).
Pues bien. En el fin de semana pasado he estado rehojeando el texto de Richard Whiteley, “El chamán de la empresa”[3], donde el autor procura mostrar a la organización empresarial como un conjunto de personas que tienen espíritu y necesitan alimentarlo y sanarlo. Whiteley integra la espiritualidad en la oficina, mediante significaciones de crecimiento y evolución o cambio, aplicando el chamanismo a los problemas empresariales, intentando restablecer la salud de las empresas para alcanzar la máxima eficacia. Me advierte Richard que todas las prácticas chamánicas que se describen en el texto son reales y algunas adaptadas para utilizarlas en la ayuda a las corporaciones. Parte de este texto también se ha editado en el sitio book—post, bajo el título “El chamán de la empresa”. Fuente de la imagen: archivo propio.
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[1] Singh, Manvir. "The cultural evolution of shamanism". Behavioral and Brain Sciences. 2018. Sitio visitado el 07/09/2020.
[2] Keheo, Elice. Shamans and religion: an anthropological exploration in critical thinking. Prospect Heights, Ill.: Waveland Press. 2000.
[3] Whiteley, Richard. “El chamán de la empresa”. Editorial Algaba. 2003.