domingo, 17 de marzo de 2019

De jurado en un magnífico entorno cultural

Instantánea del Teatro Romano de Málaga (España)
Si eres follower de este sitio, conoces mi respeto por la cultura clásica romana. Plagado se encuentra el lugar de encuentro contigo de referencias directas o indirectas, como el lejano “Roma imperial virtual” o “La mejor defensa…”, donde te apuntaba la técnica de Publio Cornelio Escipión, apodado el Africano: la mejor defensa, un buen ataque. En “De Secessio plebis a Lex Hortensia”, rememoraba puntos de inflexión como la secessio del monte Sacro, la codificación de las Doce Tablas, las leyes Licinio-Sextias o la Lex Hortensia. Ya fuera recordando las clases de mi respetado profesor de Historia (ver “Repaso de Historia”, “Recuperaciones y Recuerdos" y "En un plis-plas”) o las sesiones de Derecho Romano de la profe Marisa (ver “Quien calla, a veces otorga”, donde linkeo “El valor del silencio en las fuentes antiguas” y su reflexión acerca de quien “simplemente no dice nada”), me hicieron vivir momentos de transferencia de conocimientos inolvidables. Incluso, en relación al sensible tema de los desahucios, se cruzó César y su legislación (ver “Ya legisló César”). 

Ya puestos, te recuerdo “El dilema monetarista”, “Common Law Vs Code Law”, “¿Comunitarización del Derecho?” “Ánforas” o el presupuestario “Nada nuevo bajo el sol”, concluyendo que en algunos temas y, al menos coyunturalmente, los romanos de la Antigua Roma eran unos ¡fuera de serie! En cuanto a lo de hablar en público, también estás al día: “Algo que decir o decir algo”, “Leer o no leer”, “Claro y breve”, “Sobre oratoria y negociación”, “Hablar en público”… Por lo anterior, comprenderás mejor mi disfrute en el día de ayer, cuando asistí a la Gran Final de la octava edición del Torneo Internacional de Debate de Málaga (España), organizada por el Aula de Debate de la Universidad de Málaga, la cual se ha desrrollado en el magnífico entorno del Teatro Romano de la ciudad y en la que he ejercido de jurado público. Después de una reñida batalla dialéctica entre el equipo UMA-1 y UPV, finalmente, venció el primero. En cuanto al Mejor Orador u Oradora, el premio se fue para Ecuador (aquí no pude votar porque uno de los finalistas se encontraba en mi ámbito de relaciones). Enhorabuena a todos los participantes. Y ya sabes, si puedes y te gusta la Historia, no dejes de visitar Málaga y su Teatro Romano, su Alcazaba.... Fuente de las imágenes, elaboración propia.
Instante de  la Final de equipos de la octava edición del Torneo Internacional de Debate de Málaga (España), organizada por el Aula de Debate de la Universidad de Málaga