Fuente de la imagen. mvc archivo propio |
Venía precedido el vino de la competición con un Macan[5] y un Sierra Cantabria[6]. El maridaje fue con chuletón de buey gallego que, como escribía Carlos Cortés en La Voz de Galicia, “Chuletón de buey, un placer muy caro que tiene los días contados”[7]. De Bodegas Rioja Alta, su color rojo teja, dejó paso a una circundante, trabada y avejentada fragancia en nariz, antesala de un pujante, torneado y reflexivo sabor en boca. Como dice la institución vitivinícola que lo elabora, es un vino que roza la perfección del rioja. Parte de este texto también se ha editado en el sitio VINOPOST, bajo el título "Rioja Alta Gran Reserva 890". Fuente de la imagen: elaboración propia[8].
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[1] Y todavía queda la que viene.
[2] Difícil atenderlas por cuestión de agenda.
[3] Velasco Carretero, Manuel. Momentos fraternales. 2017. Sitio visitado el 15/12/2018.
[4] Que, según escribe Jesús Hinojosa en el Diario Sur, es promotor de un hotel en la Alameda de Colón de Málaga (España). Sitio visitado el 15/12/2018.
[5] Del que escribí en “Receptivo y reflexivo”. Sitio visitado el 15/12/2018.
[6] Reseñado en "Coleccionista de Viñedos". Sitio visitado el 15/12/2018.
[7] Cortes, Carlos. Chuletón de buey, un placer muy caro que tiene los días contados. La Voz de Galicia. 2015. Sitio visitado el 15/12/2018.