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En esta larga crisis que por momentos nos ahoga, existen instantes en los que las personas de buena fe pueden, incluso, perder los papeles ante situaciones sensibles, injusticias, falsos testimonios y otras intimidaciones. Pero desgraciadamente esa pérdida de papeles no sólo no beneficia sino que desmejora el contexto. En “No perder la calma”[1] expresaba que perder los papeles precisamente no ayuda. Ayer le comentaba a Antonio que cuando en la actividad empresarial, laboral, profesional o institucional, nos encontramos en esos bretes, debemos agitarnos con la presteza de la confianza, aplicando estrategias predefinidas que nos desconecten de esos “espacios mentales ciegos”.
Pepe apuntó que cuando está en esos trances, se imagina al otro en una postura cómica o absurda y esos segundos le sirven para replantearse si merece la pena esa sinrazón. Esta referencia sirvió para enlazar la nueva aportación de Antonio, sobre que le recordaba la técnica denominada “judo verbal”, utilizada en EEUU por la policía desde hace unas décadas y cuyo principio básico se encuentra en la destreza para informar, concebir, juzgar, deducir, catalogar y reaccionar de manera razonada, razonable y equilibrada. Te dejo un vídeo que circula en Internet en relación con el tema, subido a Youtube por El Adelantado de Segovia, acerca de un curso a policías donde se trataba el verbal judo (Fuente imagen: pixabay).