Fuente de la imagen: DGlodowska en pixabay |
Salvando las distancias con la indiscreción o incapacidad del colaborador para ser reservado con la información tratada de sus clientes externos o internos, cierto es que existen expertos que aplicando su lex artis en toda la amplitud que corresponde a su perfil profesional, a partir de soluciones testadas en unas empresas, conciben nuevas ideas a problemas o desajustes específicos de otras organizaciones, como si fueran abejas que van de flor en flor en activa polinización entomófila.
Realmente, como los insectos polinizadores, el papel de estas personas es esencial en los procedimientos formales o informales de intercambio, constitución y ajustes de distintas soluciones en las empresas, siendo el ligamen entre los pensamientos técnicos y la aplicación correspondiente. Reitero que estos peritos polinizadores no aplican ideas exitosas de unas empresas, sino que a partir de esas experiencias, conciben nuevos enfoques organizativos para atajar cuestiones específicas de otras empresas, es decir, no se limitan a llevar el polen, la esencia solucionadora, de una flor a otra flor, sino que someten esta sustancia a un proceso de filtración, manejo, fabricación… para obtener un polen específico y exclusivo para la nueva flor que van a visitar.
Finalmente, cada uno de estos versados polinizadores, como las abejas, son únicos en su especie, si bien se les detectan una serie de características comunes a todos: no sólo son expertos en sus ámbitos profesionales de actuación, sino que también son conocedores de otras temáticas, como la filosofía o la historia; para ellos la experiencia más que un arma de doble filo, es un grado; más allá de velar por su carrera profesional o interés personal, son místicos de las ideas que siembran así como del bienestar, prosperidad, de sus clientes (Fuente de la imagen: DGlodowska en pixabay).