Conchita Wurst; fuente foto: Albin Olsson. Licencia CC BY-SA 3.0. |
Sí. Mientras los políticos “europeos” siguen en sus “Mundos de Yupi”, ya tenemos nuevo ganador del Festival de Eurovisión. Derroche
económico en una decadente Europa que da la espalda a sus graves problemas y,
por unos instantes, se ampara en una ficticia transgresión a base de
tecnología, luz y sonido. Paradójicamente, el momento cumbre de la “frivolinal”
fue la canción que ganó en la última edición (Imagen: fragmento de la pintura “Bacanal”,
de Rubens; fuente: Wikimedia Commons). Imagen incorporada con posterioridad; Conchita Wurst; fuente foto: Albin Olsson. Licencia CC BY-SA 3.0.
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[1] Porque, la verdad, el programa “La Sexta Noche” y su circo de sablistas candidatos, tampoco me enganchó.
[2] Junto a la numerosa corte palmera que la acompaña: futilidad, trivialidad, superficialidad, inutilidad, fruslería, puerilidad, vanidad y ligereza.