lunes, 24 de febrero de 2014

Casi ofendido

Fuente de la imagen: elaboración propia
Antes de visitar a Morfeo, anoche estuve leyendo la declaración íntegra de la infanta Cristina a instancias del juez José Castro (El País)[1] y las 182 veces que respondió “no lo sé”, las 55 “no lo recuerdo”, así como el entretenido “Casi me ofende, Señoría”, que me recordaron las ideas claves de las clases de Derecho Procesal relativas al interrogatorio, que se realiza a través de preguntas que deben ser orales, formuladas en sentido afirmativo y suficientemente claras y precisas, sin que incorporen valoraciones ni calificaciones. Rememoro la parte donde el imputado o imputada responde con evasivas o inconcluyentes, en cuyo caso el juez o tribunal advertirá que se entenderán reconocidos los hechos siempre que sean propios y perjudiciales. ¡Qué pena! 

Finalmente, se considerarán ciertos los hechos que se hayan reconocido como tales, si en ellos intervino personalmente, entendiéndose como ciertos cuando le son perjudiciales y no se le contradigan con otra prueba. En todo lo demás, el juez valorará las respuestas según las reglas de la sana crítica (ver post[2] del mismo nombre), sin perjuicio de lo que se dispone de la ficta confessio. En fin. No sé si el juez también “casi se ofende” con tantos subterfugios, pero intuyo que el pueblo español se encuentra, como mínimo, “casi ofendido” y un tanto mosqueado por tantas escapatorias de la princesa infanta ante las preguntas de Su Señoría. Que esta última semana de febrero te sea beneficiosa en lo laboral, profesional, empresarial o institucional, según te interese o proceda.
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[1] Sitio visitado el 24/02/2014.
[2] Velasco Carretero, Manuel. Sana crítica. 2013. Sitio visitado el 24/02/2014.