miércoles, 5 de diciembre de 2012

Equipo al completo

Fuente de la imagen: archivo propio
Hace unos años (2006), estuve trabajando en Granada (España), en un proyecto que finalmente no se consolidó su continuación. Antes de volverme a Málaga, recibí una interesante oferta de colaboración a largo plazo de parte de un empresariado con el que ya había trabajado otras veces. La novedad es que la propuesta no sólo se hacía extensiva a mi perfil, sino a otra persona de mi ámbito profesional, también conocida por el ofertante. Por razones que hoy no vienen al caso, conjuntamente declinamos el importante ofrecimiento, el cual agradecimos muy sinceramente, tanto por la persona que nos lo hizo, como por el trabajo en sí.

La reflexión que esta mañana te realizo es que fue una propuesta en toda regla dirigida a un equipo de trabajo concreto. Ayer, mientras escuchaba lo que me contaba un contacto, me acordé de esas vivencias. A pesar de lo que está cayendo, la opción de contratar equipos de trabajo, en vez de puestos individuales, parece que sigue dándose, al menos en mi ámbito territorial de actuación. La verdad es que si se dispone de presupuesto, reclutar a un grupo ya testado, acelera sobremanera tu penetración en tal o cual sector o mercado.

Es más, suelen ser moneda de cambio en proyectos de adquisición, incluso en entidades inmersas en concurso de acreedores. Por otro lado, si cuentas con un historial profesional integrado con currículos de otras personas y forjado en experiencias traumáticas o especiales, tu cotización sube como la espuma, por no hablar de las sinergias, economías de escalas, clientes, contactos de proveedores… que acompañan al paquete contratado. Fuente de la imagen: archivo propio.