viernes, 7 de diciembre de 2012

Agua de borrajas

Fuente de la imagen: archivo propio
Ayer, el contacto Manuel me estuvo enseñando borrajas, que por mucho que provenga del campo, no me acordaba de esta planta. Me explicó que es muy reconocida en ciertos países de Europa y en España, ya que se utilizan desde las hojas a los tallos, tanto en crudo, para ensaladas, como cocidas, para sopas e infusiones, e incluso fritas y en postres. También dicen que es buena por sus cualidades diuréticas y en contra del estrés. Ya en casa, busqué en Internet la expresión "acabar en agua de borrajas". 

Según Interpretando a A. Montenegro[1], se aplica en aquella circunstancia que, pareciendo que tendrá trascendencia, finaliza sin importancia alguna. Me acordé del último gobierno en mi país. También se utiliza para expresar situaciones suaves o tranquilas. Por la tarde salimos a coger setas, ya que empiezan a brotar los primeros níscalos, con su sombrero convexo y su cutícula anaranjada, recubierto de una materia harinosa.

¡Ah! El arroz no fue con bogavantes, sino con carabineros, maridado con un albariño y estaba de rechupete. De postre, madroños. La verdad es que ayer disfruté de una jornada de campo en toda regla, recordando las tareas agrícolas que me asignaban en la infancia, como la trabajosa extracción de patatas, recubiertas de tierra, o la recolección del fruto del madroño. El día no se quedó en agua de borrajas. Te dejo la foto de una borraja[2]. Que en este fin de semana puedas recargar pilas. 
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[1] Montenegro, Arturo. Origen y uso de la frase Quedarse en agua de borrajas. Centro Virtual Cervantes. 2005.  Sitio visitado el 07/12/2012.
[2] Si quieres  más, clickea AQUÍ.