viernes, 9 de noviembre de 2012

Dosis de ambigüedad

Fuente de la imagen: DigiPD en pixabay
Según la RAE[1], la anfibología, también llamada disemia (dos significados), es el empleo de frases o palabras con más de una interpretación. Una característica casi constante de las anfibologías es la ambigüedad. 
Un texto anfibológico podría ser: “El perro de Mozart”. ¿Qué se quiere decir: que Mozart tenía un perro o que Mozart es un perro? Te realizo la introducción sobre ese concepto, porque después de una intensa mañana todoterreno y multitarea, en la sobremesa del almuerzo, ayer me dio un mini bajón, con una somnolencia difícil de manejar durante diez o quince minutos. En esos cortos periodos de sueño y no sueño, creo que medité sobre la importancia actual en la actividad laboral, ejecutiva y empresarial de determinadas dosis de anfibología, imprecisión o, simplemente, ambigüedad. 

Pero no lo interpretes como generador de caos descontrolado, sino como propiciador de climas armónicos, de equilibrio, de delegación y autonomía en la gestión-ejecución y toma de decisiones por el equipo. Sabes que es difícil, por no decir imposible, que un gerente, directivo, jefe, coordinador… con la que está cayendo hoy, lo tenga todo meridianamente claro y, mucho menos, sea “perfecto”, por lo que hay que ser transparente y descubrirse ante el lógico, humano, desconocimiento de lo concreto, básico o puntual, generando la decisión en tu subordinado o colaborador. Por otro lado, si le digo a los componentes del equipo todo lo que deben hacer, con lujo de detalles, les estoy coartando, limitando y a medio plazo frustrando. 

Debo arriesgarme a que mi colaborador o colaboradora pueda tomar una decisión que no coincida con la que yo hubiera tomado elegido, con independencia que el resultado siga siendo satisfactorio. Por tanto, en mi actividad ejecutiva, a veces utilizo dosis premeditada de palabras o frases que posibiliten más de una interpretación, de un camino, y catalizador de un rico, variado, flujo de discernimiento, creatividad y acción. A su vez, lo anterior garantiza un ágil y receptivo tránsito grupal hacia el inestable o inconstante horizonte prefijado. Si puedes, disfruta de un reparador fin de semana (fuente de la imagen: sxc-hu). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: DigiPD en pixabay.
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[1] Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española.