sábado, 15 de septiembre de 2012

Vender en mi red

Fuente de la imagen: rvs 8/2020
Aumenta la frecuencia de solicitud de contacto, por parte de terceros, en las redes sociales virtuales en las que me encuentro integrado. Cuando investigo el perfil profesional del solicitante y percibo que me puede interesar estar conectado al menos en Internet, acepto la invitación y a continuación, en muchos casos, lo primero que recibo es una propuesta comercial previa sobre un producto o servicio determinado. 
No me molesta, porque estoy en la blogosfera por intereses profesionales, empresariales, institucionales y laborales. Pero cuando recepciono en el netmail, por ejemplo, una propuesta oferta para adquirir comida de gatos, me pregunto qué habrá visto en mi perfil el oferente para enviarme esa información, cuando ni disfruto de gato, ni trabajo en ese subsector, ni nada de nada.

Hay que tener cuidado con esas acciones de marketing. Por otro lado, más contactos en Linkedin, Facebook… no es sinónimo de más ventas. Existen factores que condicionan lo anterior. Dependiendo de las características de la red social virtual, de la configuración de mis contactos y del sincero o, por el contrario, manipulador networking que pretenda, el resultado comercial será distinto. Lo importante es decir la verdad en la información que publique, no engañar ni disparar a diestro y siniestro, porque llegaré a dispararme a mí mismo en más de una ocasión y eso será mortal, virtualmente hablando, sino saber localizar al potencial cliente, diseñarle soluciones personalizadas y poner en marcha una estrategia no avasalladora, no invasiva, no agresiva, de acercamiento, conocimiento, argumentación, información y, si procede, cierre del negocio.

Si elaboro y sigo una hoja de ruta de relaciones basada en  lo recogido en el párrafo anterior, desde el punto de vista comercial, y en el peor de los casos, el potencial cliente y, ante todo, contacto, no se sentirá atacado ni manipulado, entendiendo el loable intento por mi parte de acercarme comercialmente, pero respetando al interlocutor. En resumen, la disposición de cientos o miles de contactos no es equivalente a regentar una red profesional virtual efectiva, siendo trascendental aspectos como los nudos indirectos o la densidad de la telaraña y, por encima de todo eso, la organización y clasificación de los perfiles y el trato siempre respetuoso, sincero y proactivo con el que me dirija a cada una de las personas que me han autorizado a integrarme en su red (fuente de la imagen: sxc.hu). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: rvs 8/2020.