Manuel Velasco Carretero en el Museo del Vino Málaga |
Algún que otro empresario que respeto, estaba empecinado el
hombre en encasillarme en la cuestión económica: “Manolo, tú vales mucho como
controller”. Me da la impresión que para ese querido emprendedor y para mis
contactos de RRHH tradicionales, no tenía importancia la Diplomatura en
Comercialización o la experiencia en ventas realizadas con relativo éxito de
ADSL, partidas de aceitunas, vino, desarrollos informáticos, servicios de
transportes, páginas web y un largo etcétera que hoy no procede enumerar.
No
entraba en sus perfiles comerciales y punto. A cargar con ese sambenito. Si el demandante de empleo responde lo que el técnico de
selección o el empresario quiere oír ¿Dónde está el problema? En mi opinión, es
difícil acertar porque todavía la mayoría de los procesos de selección se
encuentran diseñados para reconocer y fichar directrices psicológicas, en vez de
distinguir el perfil más apto para la venta. Es decir, cuesta quitar el etiquetado tradicional al que durante décadas, por no decir siglos, hemos tenido colgado de nuestras orejas.
En mi caso, ante una acción comercial concreta, mis
referencias en comercialización me enseñan que debo ser tremendamente empático,
ponerme en el lugar del comprador y sentir lo que él siente, propiciando un
feed back que probablemente catalizará la operación. Pero también es importante
creer en el producto o servicio que pretendo vender y pensar que el cliente lo
necesita, lo que me empuja desenfrenadamente a intentar y, si procede, cerrar
la venta. Cada proactivo acuerdo que consigo, consolida mi personalidad
comercial y me anima para la siguiente (Fuente de la imagen: sxc.hu). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: texto "Atención al cliente"[1].
__________________________________
[1] Velasco Carretero, Manuel. Atención al cliente. 2008. Sitio visitado el 25/09/2012.