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Antes que te des cuenta, la desgracia profesional te hace transitar rápidamente de la fase de desconsuelo a la desmoralización.
Y a partir de ahí a un cuadro clínico de pavor y embotamiento, como antesala a la rendición sin condiciones.
Pero: ¿Por qué tenemos que percibir la botella medio vacía?
Si te dan una bofetada empresarial, si es el caso considérala localizada, estacional y transitoria. Aprende de la experiencia y retroaliméntate.
El quid de la cuestión está en no arriar la bandera a la primera o segunda de cambio, por muy gris que esté la situación.
Hay que seguir caminando, instruirse de los desajustes y reorientar los proyectos que tienes entre manos.
En síntesis, para no caer en las arenas movedizas del pesimismo destructivo, debes practicar el optimismo reflexivo.
Te dejo el vídeo, subido a Youtube por eutokiaorg, con la ponencia del doctor Luis Rojas Marcos en el V Encuentro Escuela de Liderazgo, organizado por la Fundación Deusto. Imagen incorporada posteriormente; fuente: Pexels en pixabay.