martes, 22 de noviembre de 2011

Craso error

Fuente de la imagen: mohamed_hassan en pixabay
Si me vuelvo exitoso en la dirección de un proyecto, un departamento, una institución o una empresa, puedo correr el riesgo de anquilosarme en esos triunfos y responder ligeramente ante situaciones de crisis o cambio. Por otro lado, ese relativo éxito, cosechado en momentos más favorables o en otras épocas emprendedoras, alimenta el peligroso pensamiento de que debo mantener el establishment que propició los logros y seguir actuando como entonces, porque funcionó y ahora también tiene que desempeñarse eficazmente.

Con más frecuencia de la deseada, pensamos que las acciones, soluciones y actuaciones profesionales, empresariales o institucionales, que nos dieron notoriedad en el pasado reciente o menos reciente, son las mismas que debo aplicar en el presente como garantía de pervivencia y resultados. Craso error. Y si pienso así ¿soy un inútil? No tengo por qué ser un inservible. Probablemente fui el mejor en esa solución, técnica, puesto, especialidad, o proyecto, en un tiempo y en un espacio distintos, pero hoy, al seguir con el erre que erre de antaño, sí me estoy volviendo más incompetente. 

Para mantener mi competencia debo reciclarme perennemente y estar continuamente abierto a soluciones creativas de futuro que debo aplicar en el presente, utilizando el histórico solo como fuente de contraste, reflexión y conocimiento (fuente del dibujo: imagenes-gratis.net). Imagen incorporada posteriormente; fuente: mohamed_hassan en pixabay.