Fuente de la imagen: Bru-nO en pixabay |
También, uno mismo puede ser en algún débil momento succionador de energía vital, al encontrarse bajo de ánimo o descentrado emocionalmente. Hay que tener especial cuidado con estos perfiles, que van desde el que siempre se queja de todos y a todos, hasta el criticón de todo y a todos, pasando por el que siempre reivindica o protesta, el pulpo, el doliente, el belicoso o el pelota.
Todos te despojan de tu brío interior. Si quieres ampliar la perspectiva, hace unos meses se escribió sobre los vampiros de energía en Foxbusiness, “Three Ways to be Happier at Work”[1] y en Expansión, “Tenemos un vampiro emocional en la oficina”[2] (fuente del dibujo: imagenes-gratis.net). Link actualizado con posterioridad. Nueva imagen incorporada posteriormente; fuente: Bru-nO en pixabay.
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[1] Benzinga. Three Ways to be Happier at Work. 2011. Sitio visitado el 13/10/2011.
[2] Bustillo, Arancha. Tenemos un vampiro emocional en la oficina. 2011. Sitio visitado el 13/10/2011.