Aprender de la Historia

Fuente de la imagen: archivo propio

Anoche terminé de leer “Los Asesinos del Emperador”[1], del autor de la trilogía de Publio Cornelio Escipión, Santiago Posteguillo. El libro trata de todo lo acontecido antes de que el emperador Marco Ulpio Trajano llegara al trono, sobreviviendo al reinado del débil y paranóico Tito Flavio Domiciano. Si te gusta la Historia, recomiendo el texto. Te dejo link a algunas de las primeras páginas. Escribe Jürgen Habermas, en “Más allá del Estado Nacional”[2], que para aprender de la Historia no podemos desplazar ni reprimir los problemas no resueltos. Según el historiador, tenemos que mantenernos abiertos a experiencias críticas, ya que de otro modo ni siquiera podemos percibir los acaecimientos históricos como desmentidos, como evidencias del fracaso de nuestras propias expectativas.

Para Habermas, a diferencia de las cuestiones de justicia que han de ser juzgadas por un tercero imparcial, las cuestiones que afectan a la identidad colectiva exigen respuestas desde la perspectiva de la primera persona del plural. Cierto que casi siempre la Historia es escrita por los que vencieron, los que sobrevivieron o los que conquistaron, pero también casi siempre se puede leer entre líneas, atar cabos y hacerse una composición de lugar de lo que realmente pasó. Por eso estimo muy importante las lecciones de la Historia, aprender de ella. Te dejo uno de los vídeos que circulan en Youtube sobre este emperador, subido al canal por egiptoaroma. Fuente de la imagen: archivo propio.

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[1] Posteguillo, Santiago. Los Asesinos del Emperador. Ed. Planeta. 2011.

[2] Habermas, Jürgen. Más allá del Estado Nacional. Ed. Trotta. 2008.