Fuente de la imagen: gregroose en pixabay |
Una de las alucinaciones ha transcurrido en una empresa, en la que por razones que el guionista del sueño no me aclaró, intentaba organizarla, pero todos mis esfuerzos eran inútiles. Después de no poca congoja e inquietud, creo que logré detectar el problema. Existía un cuello de botella impresionante en la toma de decisiones. La confusión sobre quién tiene que resolver sobre qué cuestión y la falta de delegación por parte de la dirección, generaba unos impresionantes atascos, además de creciente malestar en los distintos equipos. Y allí estaba yo, pululando como alma en pena. ¡Vaya pena!
La cavilación de todo este angustioso sueño es que las empresas deben cerciorarse de que las decisiones, arbitrajes y acuerdos, sean elegidos y aplicados por las personas adecuadas en las categorías organizativas formales de la institución. Es básico y de cajón la armonía de los papeles decisorios con las partes más importantes de la empresa. También, la cúpula de la pirámide organizativa debe propiciar que las personas elegidas para decidir, participen en el diseño y retroalimentación de los procesos de decisión. Bueno, termino. Voy a sumergirme de nuevo en este sueño de ensueños que espero sea beneficioso para mi salud. Te dejo imagen del cuadro Relatividad, de M.C. Escher; fuente:imagenes-gratis.net. Imagen incorporada con posterioridad; fuente: gregroose en pixabay.