sábado, 14 de agosto de 2010

Abstracción, fertilidad y bienestar

Instantánea difuminada de la Calle Espinel (Ronda, España), conocida como "Calle La Bola".
Por motivos profesionales, ayer estuve en Ronda (Málaga, España), donde recientemente han estado Michelle Obama y su hija, paseándose por su centenaria plaza de toros y reponiendo fuerzas en el restaurante Del Escudero, según me comentan los lugareños. 
Después de las gestiones y haciendo tiempo hasta el almuerzo, donde me deleité con un arroz rondeño y una sandía que estaba de escándalo (gracias, Ana), paseé por la C/ Espinel, conocida por la calle La Bola. Me relajó bastante. A cada paso que daba, me sumía en un estado de abstracción, fertilidad y bienestar, difícilmente explicable en estas horas del alba. Me sentí feliz al atender llamadas telefónicas, mientras divisaba el avispero de personas que pululaban por la larga vía. Sin claridad, sencillez, naturalidad, facilidad, no se propicia la creatividad. En ese estado de bienestar en el que me encontraba, me comprometía con cada palabra que susurraba por el móvil, porque me implicaba con lo que estaba escuchando, intentando ir más allá de los horizontes de mis neuronas, estrujándolas, con el subjetivo objetivo de desarrollar nuevas habilidades que, a su vez, retroalimentaran esa fluidez creativa.

Antes de coger el “mate 2” para desplazarme hasta la anhelada comida, me topé con la puerta de “Bodega La Verdad”, en calle Pedro Romero, número 5. El atenuado calor del mediodía, me incitó a tomar una cerveza junto a mis acompañantes. Después de pagar un justo precio, el Sr. camarero nos ofreció otra. Humedecí mis labios en la espuma en síntoma de agradecimiento, ya que, en la actualidad, no es normal que en mi querido pueblo, cada vez más centrado en el consumidor turista, te inviten a una copa (Gracias). Finalmente, después de esos ricos platos cocinados casi con el amor de una ya inexistente madre, tomé café con otros familiares, a los que hacía tiempo que no veía. De vuelta a Málaga, mientras escuchaba canciones de Boney M, mis ojos se humedecieron, no sé si por el arroz junto al visionado del precioso vídeo de una boda, la invitación a la cerveza, el éxtasis profesional en la avenida comercial, el afectivo encuentro después de tanto tiempo, la música o un popurrí de todo. El caso es que me sentí feliz y quiero compartir esa embriaguez contigo. Te dejo una foto de la calle y un vídeo de Boney M, subido a Youtube por fritz5173.;