¿Botella medio llena?Estamos tan mal, la peor crisis desde la década de los treinta del siglo pasado, que relativas y, a priori, poco creíbles afirmaciones, como la recogida en el post “Distintas velocidades”, algunos las recibimos como si fueran buenas noticias. Aplicando la filosofía apuntada en el post “¿Qué puedo hacer yo?”, tenemos que ser menos pesimistas y más optimistas y eso que los optimistas, con el calentamiento global, la crisis económica y financiera y otros desastres naturales y artificiales, de entrada llevan las de perder. Y aunque sea así, el pesimismo no resuelve nada, lo empeora. Enfoque realista, pero optimista. Razones las hay. En el post “Destrucción creativa”, te daba una. La dolorosa crisis propicia el saneamiento de la economía, corrige los excesos cometidos y genera perspectivas de un futuro distinto. Otros argumentos seguro que existen. En síntesis, tenemos que ser optimistas, con los pies en el suelo. Que tengas una proactiva semana laboral (imagen de persona mirando botella en su mano; fuente: neoparaiso.com). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: pixel2013 en pixabay.