La sucesión de cargos no es una fase totalmente racional, debido a que las emociones y los “yo” se injieren en las decisiones tanto como lo lógico de los negocios y cimentar relaciones consistentes con toda la alta pandilla requiere de tiempo y no está exenta de voluntad, energía y sufrimiento operativo. Recomienda Antón al heredero del puesto, la consecución de un sensible equilibrio, sustentado en el respeto, la profesionalidad y altos niveles de ética empresarial. Que disfrutes de un reparador fin de semana (imagen de gifmania.com).