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Fuente de la imagen: mvc archivo propio |
Por otro lado, apuntaba en el post "Pastor y porquero" (M. Velasco, 2007)[2], que nos enseñan[3] que con un maquillaje excesivo, unos modales aprendidos y unos ángulos bien escogidos podemos eliminar o, al menos, retrasar sobremanera la detección de la verdadera cara de ese mono que llevamos dentro. No obstante, en la observación del día a día de estos presuntos "engendritos del mal", se detectan señales que pueden orientarte sobre el verdadero lado obscuro. Por ejemplo, diseño de proyectos faraónicos sin pensar en cómo se van a desarrollar o ejecutar, enfoques gerenciales muy breves o fugaces, evaluación del desempeño basado sólo en cifras, desprecio de las visiones de largo recorrido, obsesión por la fama, el poder y la riqueza...[4].
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2007). Los caballeros blancos. Sitio visitado el 17/07/2009.
[2] Velasco-Carretero, Manuel (2007). Pastor y porquero.. Sitio visitado el 17/07/2009.
[3] En caros cursos de escuelas de negocios.
[4] Que descanses este fin de semana. Imagen de "El tirano", fragmento de la "Alegoría del mal gobierno" por Ambrogio Lorenzetti, Palazzo Pubblico de Siena, 1338-1340; fuente: Wikimedia Commons.