viernes, 12 de junio de 2009

Puñalada liberadora

Fuente de la imagen: PublicDomainPictures en pixabay
Me comentaba un colaborador que con mi enfoque de transparencia en la información y saber hacer operativo ante un cliente, estaba propiciando el riesgo de que en un futuro a corto plazo, este “socio” hiciera saltar por el aire los lazos contractuales y emocionales y nos dejara en la cuneta. Cierto, tienes razón, ser verdaderamente sincero y utilizar una estrategia comunicativa que manifieste nuestros valores puede resultar comprometido, debido a que nuestros valores y los del cliente podrían no estar en sintonía. 

Soy consciente que el mayor error que podría cometer es pensar que esa institución tiene una ética similar a la nuestra. Sin embargo, hay un detalle que el colaborador, debido a su cabreo o calor, ha pasado por alto. El producto que ofrecemos no es el que piensa. En el caso del “servicio profesional” que nos ocupa, es un saber hacer integrado y grupal de un equipo en concreto, con una capacidad de adaptación, asimilación e integración especial con el cliente y, en todo caso, distinto, inimitable. Amigo, no pasará.

Pero si como dices, mañana los representantes de ese proyecto que amamos, que hacemos nuestro, nos hacen la cama, no importará que les hayamos enseñado tal o cual procedimiento, ya que nuestro aporte va por otro camino y está en relación con la capacidad de sufrimiento operativo y de dirección colateral que continuamente ponemos en la mesa de reuniones. En ese caso, seguiremos teniendo suerte, porque ese partner ya no será tal y no interesará labrar el futuro junto a él. Ánimo. Que tengas un buen fin de semana (imagen de la Wikimedia Commons). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: PublicDomainPictures en pixabay.