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¿Menos power point y más sustancia? Ahora entiendo mejor la cara de agonía del consejo de administración, cuando se realiza una presentación que no cubre sus expectativas. Ayer me tocó ser receptor de tropecientas diapositivas, con sonidos siderales y otros efectos de imagen, explicando las virtudes de una consultoría específica, abarcando minuciosamente todos los aspectos del proyecto.
Algo bueno de la experiencia: me recordó las veces que he caído en ese error y, probablemente, de vez en cuando sigo cayendo, con mi afán de desmenuzarlo y explicarlo hasta los detalles más insignificantes. ¿Cómo intento superar este desajuste comunicativo?
Intentando ponerme en el lugar del receptor y preguntar qué es lo que interesa y cómo puedo hacerle pensar en ese producto o servicio. Si me paro en estructurar la comunicación de forma expansiva, sin discriminar el grano de la paja, me lanzo cuesta abajo y sin frenos. Imagen incorporada con posterioridad; fuente: geralt en pixabay.