martes, 23 de junio de 2009

Correo ladrón

Fuente de la imagen: El uso del correo electrónico en la empresa (M. Velasco, 2006)
Ayer me di cuenta de que dedico más tiempo del que debería a la contestación de correos electrónicos. De hecho, llegué a la conclusión que la costumbre de atender a cualquier precio los emails que recibía a lo largo de la jornada laboral, que antaño ya la había desterrado con mucho esfuerzo (M. Velasco, 2006)[1], ha irrumpido de nuevo, sigilosamente, en el día a día. 

El caso es que, entre el tiempo de contestar y el espacio temporal necesario para retomar el hilo de los temas interrumpidos, se me fue la mañana[2]. Reclasificaré las carpetas por orden de importancia y destinaré un rato, por la tarde, para contestar la correspondencia que no sea urgente o trascendental pero que necesite una reflexión previa[3]. Fuente de la imagen: mvc.
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2006). El uso del correo electrónico en la empresa. Sitio visitado el 23/6/2009.
[2] Así que he de refrescar los apuntes para meter entre rejas a este ladrón de tiempo. 
[3] Gif animado de ladrón; fuente: gif-animado.net).