Ciertamente, tradicional chiste de Gila podría considerarse el choque de dos submarinos nucleares en el océano Atlántico (ABC, El País) - el británico Vanguard se precipitó sobre el francés Le Triomphant -, si no fuera porque estas creaciones humanas tienen capacidad para transportar 16 misiles y varias cabezas atómicas, cada una. Mas desconcertado aún con otra noticia: hemos tardado dos semanas en saberlo. Si bien me dice una compañera que, al menos, en este caso nos hemos enterado. Dicen los expertos y políticos implicados que la colisión se debió a que ambas máquinas son muy difíciles de detectar. No lo entiendo. Tanta tecnología ¿Para qué? ¿Para protegernos? ¿Quién nos protege de esa tecnología bélica y de los políticos y expertos que la dirigen y manejan? (USS Columbus -SSN 762- submarino de ataque de propulsión nuclear de la clase Los Ángeles, emergiendo a superficie; fuente: Wikimedia Commons).