Ayer, estuvimos con unos amigos en los Montes de Málaga, por la zona de Colmenar. Todavía quedaban restos de nieve. Ejecutamos el típico protocolo: tirarnos bolas, resbalarnos por el frío elemento y hasta la realización de ángeles con los brazos, a lo Homer Simpson.
Irremediablemente, evoqué aquella mañana de mi fría infancia, en la Serranía de Ronda, cuando me levanté y estaba todo nevado. Recuerdo que en un tronco con patas, mi hermano había construido una casita de nieve, con columna interior y todo ¡Qué manitas eres, familia!
También, rememoré de nuevo lo contado en el post Pasamontañas y ahí desperté bruscamente, a lo disco rayado parado en seco, cuando transponíamos camino de la venta. Te dejo una foto.
Irremediablemente, evoqué aquella mañana de mi fría infancia, en la Serranía de Ronda, cuando me levanté y estaba todo nevado. Recuerdo que en un tronco con patas, mi hermano había construido una casita de nieve, con columna interior y todo ¡Qué manitas eres, familia!
También, rememoré de nuevo lo contado en el post Pasamontañas y ahí desperté bruscamente, a lo disco rayado parado en seco, cuando transponíamos camino de la venta. Te dejo una foto.