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En el post ¿Vuelven los Cubículos? te comentaba lo que decía Tom Davenport en la revista Fast Company, Death to the Cubicle! acerca de los cubículos: “Las oficinas abiertas llevan a una comunicación menos estructurada. Sin embargo, esas mismas oficinas pueden generar problemas de concentración. De hecho, la reflexión y el pensamiento profundo se hacen más dificultosos en este tipo de oficinas”.
En el número de agosto de la revista Entrepeneur, As the cubicle turns 40, we look back at the great (and not-so-great) moments in cube history, se hace un repaso a la historia del cubículo, desde 1968, cuando Robert Propst, jefe de investigación de Herman Miller, fabricante de muebles, se dispuso a mejorar la forma de laborar de las personas, creando el Action Office, un espacio de trabajo diseñado para dar privacidad, bautizándose posteriormente como cubículo; hasta 2008.
Finaliza con la opinión de Eric Abrahamson, profesor de Columbia Business School y co-autor del libro “Un desorden perfecto”, que habla sobre el futuro de los cubículos: “En el nuevo edificio de Bloomberg, no hay cubículos – se puede ver todo y a todos”. Curiosamente, la industria de cubículos, que inicialmente contaba con una sola empresa, actualmente son cientos (Imagen de Wikimedia Commons). Imagen incorporada con posterioridad: fuente: qimono en picabay.