A pocos días del debate en el congreso sobre el estado de la nación española, se han materializado los rumores acerca de la dimisión de Rodrigo Rato en el Fondo Monetario Internacional (FMI), definitivamente prevista para octubre de este año ¿Lo llamarán, también, culito de mal asiento?; no creo. Dicen que el fondo del fondo es que tiene el "corazón partío".
Lo he criticado varias veces en este blog y no me gusta que deje las cosas a medio terminar, sobre todo, ahora que el FMI le había aprobado un importante proyecto de control y reorganización, pero, en todo caso, no oculto mis respetos por esta persona y su liderazgo político y económico, que no sólo no se ha menguado en estos años de exilio ¿obligado?, sino todo lo contrario, se ha agrandado.
Pienso que la política de mi país (los conservadores de verdad y los progresistas de verdad) y la democracia en general ganarán con el retorno de este perfil. Le deseo el mejor de los futuros profesionales y personales. ¿Tendremos Rato para rato? Eso espero (Fuente de la imagen Wikimedia Commons).