lunes, 9 de abril de 2007

La ansiada tecla

Fuente de la imagen: Wokandapix en pixabay
“Pulsé la tecla –Iniciativas-. Pregunté si ya existía algún proyecto para fabricar una tinta mágica que fuera capaz de bañar a la mano de obra latinoamericana para hacerla invisible, cada día, a la caída del sol, después de las horas de trabajo en los campos y las calles del norte. Esa tinta podría evitar la molesta presencia de los braceros mexicanos y centroamericanos en las plazas, cines, restoranes y otros lugares públicos de los pueblos y ciudades de Estados Unidos. –No todavía- repitió el ordenador.”[1]

Esa misma pregunta le he hecho esta mañana a mi vieja cafetera-ordenata, al leer de nuevo en la prensa el rosario de injusticias y tristezas de los desheredados de este mundo, desde el sufrimiento consecuencia de los quejidos de la Naturaleza, hasta el anómalo funcionamiento de las ONG, pasando por los delirios de los mal llamados “líderes” políticos y religiosos. Sí, le pregunto si dispone de una tecla en su teclado para borrar realmente todas esas noticias. No me responde. Quizás, está ya pasado de moda y existen otros equipos con esa nueva “tecnología”. Preguntaré a mis amigos telecos e informáticos. Imagen incorporada con posterioridad; fuente: Wokandapix en pixabay.
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[1] Leído en el artículo del escritor uruguayo Eduardo Galeano, “El Ordenador y yo”, publicado en El País, el 23/9/1995 (Ver hemeroteca).