viernes, 9 de mayo de 2025

Del "Kajú" al Entusiasmo: Mi Experiencia Kahoot

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
El descubrimiento comenzó con una pregunta inocente, una de esas que surgen en el discurrir cotidiano de la vida familiar. El Querubín, siempre atento a las innovaciones tecnológicas y pedagógicas, me inquirió sobre el uso de Kahoot en las clases de la universidad. "¿Kajú?", expresé con una mezcla de sorpresa e ignorancia. Su explicación desveló un universo de posibilidades lúdicas y didácticas, un edén digital donde el aprendizaje se transforma en juego. Me comentó que la Universidad de Málaga (UMA) ofrecía a su profesorado la llave de acceso a la versión premium de Kahoot. La idea resonó en mí como una invitación a explorar nuevos territorios en mi práctica docente. Sin dilación, me embarqué en la tarea de solicitar la autorización correspondiente. La burocracia, a veces tediosa, se tornó en esta ocasión en un camino expedito hacia la innovación. Una vez concedido el permiso, me sumergí en el aprendizaje de esta herramienta. Como un ilusionado explorador que se adentra con precaución en una selva desconocida, dediqué tiempo a practicar, a familiarizarme con sus mecanismos, a descubrir sus secretos y a coger las necesarias destrezas en cuanto al uso.

La curva de aprendizaje, aunque presente, se vio suavizada por la intuición de la plataforma y la certeza de que el esfuerzo valdría la pena. Finalmente, llegó el momento de poner en práctica lo aprendido. El alumnado de Derecho Administrativo Turístico (DAT), de tercero del fantástico Grado en Turismo de la Facultad de Turismo de la UMA, de los grupos A y B, de la mañana, y C, de la tarde, cual “conejo de indias”, fue el primer testigo de esta incursión en el mundo del aprendizaje gamificado. Sus rostros, al principio marcados por la sorpresa de ver a un docente “senior” utilizando esa herramienta pedagógica, pronto se iluminaron con la chispa de la participación y el entusiasmo, aplaudiendo a los que iban quedando en los primeros puestos. La experiencia fue reveladora. Kahoot demostró ser una herramienta para dinamizar las clases, para convertir la, a menudo, árida materia del Derecho Administrativo en un reto estimulante y divertido. La competición sana, la inmediatez de la respuesta y la posibilidad de repasar conceptos clave de una manera interactiva, transformaron las aulas en un hervidero de actividad, risas, aplausos y felicidad.