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Fuente del esquema: mvc archivo propio |
Esa es la esencia de la legalidad administrativa y su comprensión es básica para fomentar una AP eficiente y justa. Ahora bien, la actividad administrativa no se limita a un solo enfoque, manifestándose en tres formas principales, cada una con su propia relevancia y función: la actividad de limitación o policía, la actividad administrativa de fomento y la actividad de prestación o servicio público. La actividad de limitación, a menudo malinterpretada, es esencial para garantizar el orden y la seguridad. A través de ella, la Administración impone restricciones necesarias que buscan proteger derechos de cada individuo y el bienestar colectivo. Es aquí donde se evidencia un delicado equilibrio: proteger a la ciudadanía manteniendo a la vez su autonomía y libertad. Por otro lado, la actividad administrativa de fomento representa el “lado positivo” de la gestión pública, potenciando el desarrollo social y económico. Esta forma de acción es la que impulsa iniciativas, estimula la creación de empresas, promueve actividades culturales, y busca incentivar el bienestar comunal. Es un recordatorio de que la AP es un ente regulador, pero, también, un aliado en la búsqueda de un futuro mejor. Finalmente, la actividad de prestación o servicio público es el compromiso de la AP de garantizar que toda la ciudadanía tenga acceso a servicios esenciales como la educación, la salud y el transporte. Estos servicios constituyen derechos fundamentales que permiten a los individuos vivir con dignidad y contribuir a la sociedad.
Y en esta vivencia digna y contributiva, la eficacia y la calidad en la prestación se convierten en prioridades que cada AP debería perseguir sin descanso. Asimismo, toda acción administrativa se concreta a través de los conocidos como "actos administrativos". Comprender su concepto, sus elementos y su clasificación es clave para entender cómo se materializan esas acciones. Cada acto administrativo, desde el más simple hasta el más complejo, tiene una eficacia garantizada por la presunción de validez, lo que significa que se considera válido hasta que se demuestre lo contrario. No obstante, como casi todo en la vida, no todo acto es perfecto, por lo que puede ser catalogado de nulo o anulable.. La invalidez de estos actos nos recuerda la importancia de actuar siempre dentro de los marcos legales y éticos, asegurando que cada decisión sea justa y adecuada. En síntesis, la actividad administrativa es un conjunto de procedimientos y regulaciones y el reflejo del compromiso con la justicia, la igualdad y el servicio a la ciudadanía. Entender estas modalidades de actuación es esencial para construir una AP que cumpla y que inspire a las generaciones futuras. Con ello, se sientan las bases para forjar un futuro donde la confianza en la AP y su capacidad de respuesta sea la norma, y donde cada ciudadano o ciudadana sea un actor activo en la construcción de su comunidad. ¡Juntos, hacia una mejor gestión pública! Fuente de la información: apuntes del tema y disertación en la clase.
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2025). La Legalidad y el Turismo, una Alianza Indisoluble. Sitio visitado el 18/03/2025.