Fuente de la imagen: Continente etéreo (M. Velasco, 2014) |
Pero, a pesar de los avances legislativos, la discriminación laboral sigue agazapada. La falta de reconocimiento de cualificaciones y la precariedad laboral son obstáculos que limitan oportunidades, por lo que es necesario que las administraciones públicas, en colaboración con organizaciones sindicales, empresariales y ONG, desarrollen programas específicos para abordar estas problemáticas y garantizar el acceso a la formación y a los recursos necesarios para el desarrollo profesional. La creación de redes de apoyo y la promoción de espacios de diálogo entre los diferentes actores involucrados son esenciales para facilitar el intercambio de buenas prácticas junto a la identificación de soluciones efectivas.
A través de un esfuerzo conjunto, se puede construir una sociedad más justa y equitativa donde todas las personas trabajadoras, con independencia de su origen, disfruten de las mismas oportunidades. En síntesis, la igualdad de trato para las personas trabajadoras migrantes es un reto que requiere un compromiso constante por parte de todos los actores involucrados. A través de la negociación colectiva, la sensibilización y la implementación de políticas inclusivas, podemos avanzar hacia un futuro donde todas las personas trabajadoras puedan desarrollar su potencial y contribuir al crecimiento económico y social. Fuente de la información: texto referenciado. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2010). Igualdad laboral e inmigración. Sitio Educación, Formación y Empleo. Visitado el 11/02/2025.