miércoles, 29 de enero de 2025

La tez también tiene leyes

Fuente de la imagen: Lávate las manos (M. Velasco, 2009)
A finales de los años 90, el auge de la industria cosmética trajo consigo una creciente preocupación por la seguridad de los productos utilizados a diario. La variedad y la creciente popularidad hacían necesario establecer un marco normativo sólido que garantizara la protección de la salud de los consumidores. En respuesta a esta necesidad, nació en España el Real Decreto 1599/1997[1] sobre productos cosméticos (M. Velasco, 2008)[2], que se convirtió en la referencia para todos aquéllos que fabricaban, comercializaban o utilizaban productos cosméticos en el país, con la finalidad de garantizar la seguridad y la eficacia de los productos, al tiempo que proporcionaba a los consumidores información transparente y veraz sobre su composición y uso. Una de las novedades más destacadas del decreto fue la prohibición de realizar pruebas en animales para evaluar la seguridad de los productos cosméticos. Esta medida[3] se alineaba con una creciente conciencia social sobre el bienestar animal y se anticipó a las normativas europeas en esta materia.

La industria cosmética se vio obligada a buscar alternativas más éticas y eficientes para evaluar la seguridad de sus productos, impulsando así el desarrollo de métodos de ensayo in vitro. Además de la seguridad, el decreto también puso el foco en la información al consumidor. Los fabricantes quedaron obligados a incluir en el etiquetado de sus productos una lista detallada de ingredientes, así como cualquier precaución o contraindicación necesaria. Esta medida empoderó a los consumidores, permitiéndoles tomar decisiones informadas sobre los productos que utilizaban. Con el paso de los años, el Real Decreto 1599/1997 demostró ser una herramienta eficaz para garantizar la seguridad y la calidad de los productos cosméticos en España. Sin embargo, el mundo de la cosmética es dinámico y está en constante evolución. La aparición de nuevas tecnologías, ingredientes y formulaciones planteó nuevos retos regulatorios plasmados en reglamentos europeos y legislación nacional. Fuente de la información: texto referenciado y contenido del Real Decreto.
____________________
[1] Real Decreto 1599/1997, de 17 de octubre, sobre productos cosméticos. Publicado en: «BOE» núm. 261, de 31/10/1997.
[2] Velasco-Carretero, Manuel (2008). Real Decreto sobre productos cosméticos. Sitio Consultores en la Red. Visitado el 29/01/2025. Derogado parcialmente con posterioridad.
[3] Pionera en su momento.