sábado, 3 de agosto de 2024

Un tesoro no tan escondido

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Como ya es costumbre, en el primer viernes de agosto y en maridaje con salazones a base de hueva y ventresca de atún rojo, nos invitaron Graciela y Alberto (Muchas Gracias) a un trasañejo seco, eligiendo este año Arcos de Moclinejo, un tesoro no tan escondido de Bodegas Dimobe y de la Denominación de Origen Málaga, vino resultado de una tradición vitivinícola que se remonta a generaciones y que encierra un extraordinario viaje sensorial, que me transportó a los campos de la preadolescencia, donde el rastrojo que quedaba una vez cosechado el trigo, barruntando la cercana quema, gemía suavemente bajo los pies del errante niño, llenando el aire de aromas dulces y notas de paja.

Su color de oro viejo, anticipo de la riqueza que guarda el producto vitivinícola en su interior y testigo del paso del tiempo, junto a su aroma intenso, conversan acerca de una crianza oxidativa esmerada, que ha tallado pacientemente notas de torrefacto, evocación de ese café recién molido de la madre, mementos entrelazados con reminiscencias de almíbar, caramelo y crema de leche, así como la profundidad de la fragancia al cuero viejo que descansaba en la montura de la yegua blanca, ruana, cálida… (M. Velasco, 2018)[1]. En boca, la fuerza, el frescor y la complejidad se fusionan en feliz danza equilibrada, dejando una persistente sensación reflexiva que invita a prolongar el placer del recuerdo[2].
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2018). Espíritu de yegua, blanca, ruana, cálida... Sitio visitado el 03/08/2024.
[2] Parte de este texto también e ha editado en el sitio vinopost, bajo el título “Arcos de Moclinejo trasañejo seco”.