sábado, 31 de agosto de 2024

En torno a la taxonomía ambiental

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
El Reglamento (UE) 2020/852 (M. Velasco, 2020)[1] y los Reglamentos delegados posteriores, los catalogo como uno de los marcos para Inversiones Sostenibles en la Unión Europea (UE)[2], configurando lo que se conoce como taxonomía ambiental y representando un hito significativo en la búsqueda de la UE por fomentar inversiones sostenibles y abordar los desafíos ambientales y climáticos, estableciendo un marco integral que facilita la inversión en proyectos sostenibles y promueve la transparencia y la coherencia en la información financiera relacionada con la sostenibilidad. El contexto de la creación de este Reglamento se enmarca en la necesidad de alinear las políticas de inversión con los objetivos climáticos y ambientales de la UE. En un momento en que el cambio climático y la degradación ambiental son desafíos globales urgentes, la UE reconoce la importancia de movilizar capital hacia actividades que contribuyan a un desarrollo sostenible[3]. Una de las características más destacadas de esta legislación es la introducción de un sistema de clasificación (taxonomy) que define qué actividades económicas pueden considerarse sostenibles, proporcionando criterios específicos que permiten identificar proyectos que contribuyen a la sostenibilidad ambiental. Las actividades se clasifican en función de su contribución a seis objetivos ambientales, que incluyen la mitigación del cambio climático, la adaptación al cambio climático, el uso sostenible y la protección de los recursos hídricos, entre otros.

Al mismo tiempo, la normativa modifica el Reglamento (UE) 2019/2088, conocido como la legislación relativa a la divulgación de información relacionada con la sostenibilidad en el sector financiero. Estas reestructuraciones legislativas incluyen la obligación de que los participantes en los mercados financieros divulguen información sobre cómo sus productos financieros se alinean con los criterios de sostenibilidad establecidos en el nuevo ordenamiento jurídico objeto de estudio. Esto no solo aumenta la transparencia, sino que también permite a los inversores tomar decisiones informadas basadas en la sostenibilidad. En cuanto a la implementación y los plazos, el Reglamento establece plazos claros para la implementación de sus disposiciones[4]. Concluyendo, entiendo esta normativa como un paso crucial hacia la creación de un sistema financiero más sostenible en la UE. Al establecer un marco claro para las inversiones sostenibles y exigir transparencia en la divulgación de información, la UE no solo busca movilizar capital hacia actividades que beneficien al medio ambiente, sino que también promueve una economía más resiliente y sostenible. A medida que el mundo enfrenta desafíos ambientales sin precedentes, este reglamento se posiciona como una herramienta fundamental para guiar a los inversores y a las empresas hacia un futuro más sostenible. Fuente de la información: Texto referenciado y Reglamento (UE) 2020/852. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2020). Reglamento (UE) 2020/852. Sitio Economía Sostenible. Visitado el 31/08/2024.
[2] REGLAMENTO (UE) 2020/852 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 18 de junio de 2020 relativo al establecimiento de un marco para facilitar las inversiones sostenibles y por el que se modifica el Reglamento (UE) 2019/2088. DOUE del 22/06/2020.
[3] El reglamento se enmarca dentro de la estrategia más amplia de la UE para alcanzar la neutralidad climática para 2050 y cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.
[4] Por ejemplo, ciertos artículos del reglamento entraron en vigor el 12 de julio de 2020, mientras que otros, relacionados con objetivos ambientales específicos, tienen fechas de aplicación que se extienden hasta 2023. Esta gradualidad en la implementación permite a los participantes del mercado adaptarse a los nuevos requisitos y asegurar que la información divulgada sea precisa y útil.