lunes, 17 de junio de 2024

¿Es la locura la madre de la genialidad?

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
En “Tranquilidad y Locura” (M. Velasco, 2008)[1], me hacía eco de los consejos de G. Kawasaki (2007)[2] en su artículo en Entrepreneur, “Mind Games[3], sobre cómo conservar la cordura frente a la competencia, desde deleitar a los clientes, “La mejor defensa es una buena ofensiva”[4], hasta que no existe información perfecta, pasando por no irritarse, porque terminaremos haciendo estupideces[5], o actuar como un loco de remate. Te comento lo anterior porque en el fin de semana pasado he estado rehojeando el texto de P. Brenot (1998), “El Genio y la Locura”[6], donde, entre otras cuestiones, el autor procura responder a las preguntas: ¿Es la locura la madre de la genialidad? ¿La genialidad genera comportamientos excéntricos? ¿Las grandes obras aparecen de modo espontáneo o se pueden provocar?

El antropólogo y psiquiatra, intenta buscar las respuestas relacionando la vida con la obra de los genios, esos creadores que caminan por la frontera de la locura, a veces voluntariamente, en un afán por alcanzar el límite en sus obras. La investigación de Brenot, dedicada a escritores, músicos y artistas plásticos, llega a la conclusión de que los escritores son los que más peligros corren de padecer enfermedades mentales. Dalí, Camille Claudel, Baudelaire, Proust, Schumann y Haydn son algunos de los creadores que se han sentido tan vulnerables como para dejar testimonio escrito de esos difíciles momentos. El Genio y la Locura demuestra que obsesiones, frustraciones y miedos forman parte de la condición humana. Parte de este texto se ha editado en el sitio book—post, bajo el título "El Genio y la Locura".
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2008). Tranquilidad y Locura. Sitio visitado el 17/06/2024.
[2] Autor de “Cómo volver locos a tus competidores”.
[3] Kawasaki, Guy (2007). Mind Games. Entrepeneur. SItio visitado el 17/06/2024.
[4] Parafraseando a Guy, estaremos tan ocupados que no tendremos tiempo de preocuparnos por la crisis.
[5] Decía la madre de Kawasaki: “No se preocupe por las cosas que no puede cambiar. Concéntrese en las que sí puede cambiar”.
[6] Brenot, Philippe (1998). El Genio y la Locura. Edicions B.