La esencia del terruño marcando el carácter

Fuente de la imagen: mvc archivo propio

Terminé un poco exhausto de la ajustada agenda, pero Antonio y compañía me desagotaron y drenaron parte del cansancio acumulado, invitándome a un Pago El Espino, de la bodega Cortijo Los Aguilares. Si eres follower de este sitio sabes que en más de una ocasión he mencionado a esta institución vitivinícola rondeña[1], ubicada en el entorno de la Sierra de las Nieves (Serranía de Ronda), entre montañas y encinas centenarias que, según la leyenda insertada en su página web, “marcan el carácter” de sus recursos vitivinícolas.

En cuanto al vino, calificado por la bodega como “la esencia del terruño”, surge del armónico ensamblaje de Petit Verdot, con un poco de Syrah y una pizca de Tempranillo, que propician un cereza obscuro a la vista y aroma a fruta madurada en nariz, matices que se complican en el gusto, al menos para mí, hasta sobresalir con elegancia y estructura matices de la variedad predominante. Parte de este texto también se ha editado en el sitio vinopost, bajo el título “Pago El Espino”. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.

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[1] Velasco-Carretero, Manuel. Textos como Mondial du Pinot Noir (2009), Una inmensa Luna (2009) o Sorbo emocional (2008) son prueba de ello. Sitios visitados el 06/04/2024.