sábado, 20 de abril de 2024

Código blanco en familia

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Por textos como “Encantadoras sus palmadas en las cabezas de compis”, “Buscando la Piedra Filosofal” o “Titán de ataque: evolución de un fin en la mente” (M. Velasco, 2024)[1], conoces mi afición por los tebeos y dibujos animados en general y los mangas y animes en específico, desde Mortadelo hasta SupérLópez, pasando por varios autores japoneses. Pues bien. La tarde del viernes la pasé con la familia en el cine, estreno de Spy X Family: Code White[2], versión subtitulada, que traducido con mi inglés de los Montes de Málaga es algo así como “Familia Espía: código blanco”.

La película, apta para adolescentes mayores de doce años, está basada en la serie anime "Spy×Family" que, a su vez, trata del manga del mismo nombre, donde se dibujan las peripecias de un agente secreto que, para cumplir una misión, como tapadera, se casa y adopta una niña, sin saber que su mujer es una asesina a sueldo y su hija posee poderes telepáticos. ¡Ah! Se me olvidaba; también hay un perrazo que adivina el futuro. Menos el tierno animal, el resto de los "protas" tienen todos sendas "agendas ocultas" (M. Velasco, 2008)[3]. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
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[2] Director Kazuhiro Furuhashi.
[3] Velasco-Carretero, Manuel (2008). Cartas boca arriba. Sitio visitado el 20/04/20244.