viernes, 14 de julio de 2023

Y el termómetro sigue subiendo

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
¡Vaya días de calor que estamos pasando por mi ámbito territorial de actuación! Y el termómetro sigue subiendo, consecuencia de la crisis climática que, según la Comisión Europea (CE), ha aumentado la temperatura media mundial y lleva a que se registren más a menudo temperaturas extremas, como las que se alcanzan en las olas de calor que estamos sufriendo. Qué duda cabe que esta subida desmesurada de las temperaturas incrementa la mortalidad, reduce la productividad laboral y ocasiona daños a las infraestructuras[1]. También, este aumento de las temperaturas cambia la distribución geográfica de las zonas climáticas. Son cambios que alteran la distribución y la abundancia de numerosas especies vegetales y animales que ya sufren la presión que supone la pérdida y la contaminación de sus hábitats[2]. Igualmente, esta situación de excesivo calor disminuye el rendimiento y la viabilidad de la agricultura y la ganadería, así como la capacidad de los ecosistemas de ofrecer importantes bienes y servicios[3]. En síntesis, un desastre en términos económicos y sociales.

Las altas temperaturas aumentan la evaporación del agua, lo que, unido a la falta de precipitaciones, aumenta el riesgo de sequías graves[4]. Y no olvidar los incendios forestales[5]. En la lucha contra esta rápida ignición de material vegetal combustible, el Gobierno de mi país (GE), puso en marcha el plan de actuaciones de prevención y lucha contra los incendios forestales para este año[6], que establece los medios con los que la Administración General del Estado apoya los dispositivos de las comunidades autónomas[7]. El número de grandes incendios en España triplicó la media de los últimos 10 años, y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tuvieron que evacuar a más de 30.000 vecinos. Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, encargados de investigar el origen de los incendios y llevar a sus responsables ante la justicia, concluyeron que 584 incendios habían sido intencionados. El riesgo de incendios es en la actualidad muy alto o extremo en casi todo el territorio. Fuente de la información: CE y GE. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
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[1] Las consecuencias más graves recaen en las personas más vulnerables (por ejemplo, bebés y ancianos).
[2] Es probable que el aumento de las temperaturas influya en la fenología, esto es, en el comportamiento y los ciclos de vida de las especies animales y vegetales. Esto, a su vez, podría incrementar el número de plagas y especies invasoras, así como la incidencia de algunas enfermedades humanas.
[3] Como el suministro de agua limpia y de aire fresco.
[4] Aunque las bajas temperaturas extremas (olas de frío y heladas) podrían ser menos frecuentes en Europa, el calentamiento global hace más imprevisibles los acontecimientos, lo que afecta a nuestra capacidad de responder con eficacia.
[5] Un incendio forestal es aquel fuego que se extiende sin control por un terreno forestal que no estaba destinado a arder. Al daño forestal y medioambiental que causa, hay que añadir las consecuencias sobre la población civil y sus bienes.
[6] El Ejecutivo inició este año la campaña contra los incendios forestales el 28 de abril, casi dos meses antes de lo habitual, para adaptarse al nuevo escenario que supone el cambio climático.
[7] En 2022 los incendios forestales causaron en España 4 víctimas mortales y quemaron más de 300.000 hectáreas.