viernes, 2 de junio de 2023

El que no lava platos tampoco rompe platos

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Algunas de las personas que me rodean dicen que tengo una mente un tanto especial. Por la confianza y gratitud que me une, les respondo que si fuera tan especial estaría “forrado de billetes”. Bromas aparte, hace poco tiempo que aprendí a convivir con ella y aceptarla tal y como es, porque reconozco que en muchas ocasiones no entendía el por qué de lo que decidía o expresaba, cuando menos lo esperaba; como aquella vez, en el ámbito de la tartamudez que te referencié en “Yo tampoco me callé y ahora me alegro de ello[1], cuando el profesor preguntó sobre un tema que presuntamente el impúber sabía pero, como también intuía su discapacidad verbal, decidió estar callado, pero, de pronto, observó aterrorizado como su mano derecha se levantaba solicitando la palabra ¡Tierra Trágame! A lo que el docente, con cara de conformista, dijo: ¡Vamos Velasco, habla! (Muchas Gracias, querido profe, por tu infinita paciencia conmigo).

Te cuento lo anterior porque el otro día, mientras escuchaba una crítica sobre el presumible error de un perfil profesional en el ejercicio de sus funciones en su puesto de trabajo, sin darme cuenta y de sopetón va la mente y suelta el dicho refranero “El que no lava platos seguro que jamás romperá un plato”. Y es que la mente, en una centésima de segundo o menos, calló en la cuenta que el susodicho, que presuntamente había tropezado, estaba “haciendo cosas” en un entorno excepcional o sensible y en proceso continuo de toma de decisiones en función de prioridades, conforme a la catalogación incesante de las situaciones en base a cuadrantes como la tabla de Eisenhower (urgente, importante…) y matrices como la de gestión de riesgos (inherentes, tolerables…), no buscando la perfección pero sí la efectividad (esa armonía entre eficacia y eficiencia) y, obviamente, corriendo el riesgo de “romper más de un plato”.
____________________________
[1] Velasco Carretero, Manuel. Yo tampoco me callé y ahora me alegro de ello. 2018. Sitio visitado el 02/06/2023.