Fuente de la imagen: geralt en pixabay |
Bromas aparte, está bien lo que supuestamente le explicaron en el curso, que técnicamente se conoce como Feedback 360 o retroalimentación de 360 grados[4] y que L. Johnson[5] y D. Bracken[6], conceptualizaban como ese proceso a través del cual se recopilan opiniones de subordinados/as, consocios y supervisores de un colaborador o colaboradora, así como una autoevaluación realizada por el propio trabajador o trabajadora, retroalimentación que también puede incluir, cuando sea relevante, fuentes externas que interactúan con el empleado, como clientes y proveedores u otras partes interesadas.
Ciertamente, existe un debate doctrinal (D. Bracken[7], A. Waldman, L Atwater, D. Antonioni[8]) sobre si Feedback 360 debe utilizarse exclusivamente con fines de desarrollo o con fines de evaluación, pero siempre en modo recopilación de todas las partes interesadas o implicadas directa o indirectamente en el proceso, tarea, actividad, función, del “susodicho” que se evalúa, no de “todo el que pasaba por allí” por muy nula relación laboral, profesional o productiva que tuviera con el evaluado, como pretendía el aludido recién incorporado a la organización de Paco. Fuente de la imagen: geralt en pixabay.
_________________________
[1] Mejora continua.
[2] Potenciar las emociones a través de la poesía.
[3] Enfocar las tareas con sosiego.
[4] También denominada retroalimentación de múltiples evaluadores o evaluación de múltiples fuentes.
[5] Johnson, Lauren Keller. The Ratings Game: Retooling 360s for Better Performance. Harvard Management Update. 2004.
[6] Bracken, David R. Straight Talk about Multirater Feedback. Training & Development. 1994.
[7] Maylett, Tracy (2009). 360-Degree Feedback Revisited: The transition from development to appraisal. Compensation and Benefits Review, September/October 41(5), 52–59.
[8] Waldman, A. D., Atwater, L. E., Antonioni, D. Has 360-degree feedback gone amok? The Academy of Management Executive. 1998.