Fuente de la imagen: LeandroDeCarvalho en pixabay |
Me recomendó el amigo la lectura del artículo de Katherine Bindley en The Wall Street Journal, Right to Be Anonymous? Not at Some Company Meetings[3], que traducido con mi inglés oriundo de los Montes de Málaga es algo así como “¿Derecho al anonimato? No en algunas reuniones de la empresa”. No pudiendo estar más de acuerdo con el enfoque promovido por la articulista. Apunta Bindley que si bien durante años las empresas grandes y pequeñas de su país han permitido preguntas anónimas durante las reuniones de todos, como una forma de fomentar el diálogo fluido sobre temas delicados, de un tiempo a esta parte, parece que la práctica está siendo abandonada.
Según Katherine, algunas empresas están considerando eliminar por completo las preguntas anónimas. Otros están filtrando o editando mensajes potencialmente ofensivos. A medida que las empresas de tecnología se embarcan en un nuevo año, es más importante que nunca propiciar que los empleados se sientan escuchados y recopilar comentarios honestos de abajo hacia arriba para la gerencia. Pero la mejor manera de hacerlo es debatible: ¿Es el anonimato el mecanismo más eficaz para que los empleados expresen sus quejas y obtengan respuestas? ¿O inhibe la confianza y la transparencia? Fuente de la imagen: LeandroDeCarvalho en pixabay.
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[1] Velasco carretero, Manuel. “Nanai de la China”. 2016. Sitio visitado el 07/03/2021.
[2] Velasco carretero, Manuel. ¿Se aceptan denuncias anónimas en Compliance? 2016. Sitio visitado el 07/03/2021.
[3] Bindley, Katherine. Right to Be Anonymous? Not at Some Company Meetings. The Wal Street Journal. 2021. Sitio visitado el 07/03/2021.