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Para el Parlamento Europeo (PE), los últimos pronósticos económicos, presentados por la Comisión Europea (CE) a principios de mayo, muestran que la economía ha sufrido un duro golpe debido a la Covid-19. A medida que la gente se queda en casa y sectores enteros se han cerrado abruptamente, la economía de la Unión Europea (UE) se enfrenta a la perspectiva de al menos una contracción del 7,4% este año, que es significativamente peor que la caída de 2009. Incluso este pronóstico sombrío podría subestimar la escala real de la recesión, ya que cualquier relanzamiento de la actividad económica será gradual y podría ser fácilmente interrumpido por una segunda ola del coronavirus. Todos se ven afectados: muchas personas temen perder sus empleos y no están dispuestas a gastar, mientras que las empresas enfrentan interrupciones en sus cadenas de suministro. Los gobiernos ven caer los ingresos fiscales y aumentar el gasto en asistencia social, lo que traerá déficit presupuestarios, mayores niveles de deuda y elevará los costos de los préstamos. Frente a la magnitud de las dificultades económicas, y bajo el slogan "Hazlo rápido, pero hazlo bien", los eurodiputados argumentan una acción audaz y decisiva de Europa en una resolución adoptada el 15 de mayo[1]. Palabras, palabras… pero pocos hechos.
Parece que por fin la Unión Europea empieza a ser consciente y arremangarse ante el monumental descalabro económico que ha supuesto la pandemia originada por la COVID-19 y su Consejo (CUE) ha adoptado un apoyo temporal para mitigar los riesgos de desempleo en una emergencia (SURE), como parte de su paquete de ayuda de emergencia para abordar el impacto económico de la crisis, esquema que puede proporcionar hasta 100 mil millones de euros de préstamos en condiciones favorables a los estados miembros. El instrumento permite a los Estados miembros solicitar ayuda financiera de la UE para ayudar a financiar los aumentos repentinos y severos del gasto público nacional, relacionados con esquemas locales de trabajo a corto plazo y medidas similares[2]. SURE es una de las tres redes de seguridad, con un valor de 540 mil millones de euros, para empleos y trabajadores, empresas y estados miembros, contenida en el informe del Eurogrupo[3]. Como colofón, el martes se informaba en varios medios públicos[4] de la propuesta de Alemania y Francia de poner en marcha un fondo de reconstrucción de 500.000 millones de euros, destinado a las regiones y los sectores más golpeados por el coronavirus COVID-19 en Europa. Fuente de la información: PE, CE y TVE. Fuente de la imagen: iXimus en pixabay.
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[1] La UE está elaborando su próximo presupuesto a largo plazo y, como la respuesta a la crisis actual definirá la evolución en los próximos años, tiene sentido agregar medidas de recuperación a los planes. Pero el Parlamento insiste en que el paquete de recuperación debe cubrir las necesidades de los programas existentes de la UE y no quitarles fondos. Si no se satisfacen las demandas del Parlamento de un mayor presupuesto a largo plazo, los eurodiputados advierten que están listos para usar su poder para vetar el presupuesto a largo plazo.
[2] incluso para trabajadores independientes, o para algunas medidas relacionadas con la salud, en particular en el lugar de trabajo en respuesta a la crisis.
[3] Acordado el 9 de abril de 2020.
[4] Fuente TVE.