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Si eres follower de este sitio sabes de sobra la “pechá” de formación on line y "presencial virtual" que me estoy dando en el obligado confinamiento consecuencia de la COVID-19. Todavía queda por terminar un curso y ya está plagada la agenda de la semana que viene de webs conferencia. Como el Consejo de Ministros de mi país siga solicitando prórrogas del estado de alarma (mientras los técnicos entiendan que son necesarias no hay nada más que decir), voy a "estar tan reciclado" que se "van a dar de tortas" por contratarme cuando todo esto termine. Bromas o sueños aparte, el motivo del texto de esta mañana no es otro que poner en valor la interesante y solidaria oferta formativa en derecho, economía, finanzas, marketing, recursos humanos... que algunas instituciones públicas y privadas me han ofrecido en este periodo y criticar la "cara dura" de otras.
Te comento. Las distintas especializaciones regladas obtenidas me posibilitan estar integrado en más de un colegio profesional y listas oficiales de expertos. A varias de las corporaciones de derecho público y organizaciones de profesionales ni se las ha percibido. Otras se preocuparon de pasar, "aprisa y corriendo", las cuotas colegiales, días antes de entrar en vigor el estado de alarma. En cuanto a los registros de profesionales y consejos de colegios, no hacen más que enviarme programación de formación on line, especificando "bien" los "extemporáneos" precios a pagar. En relación a las entidades privadas especializadas en formación jurídica, económica, marketing, recursos humanos..., escasean los detalles reales de ayuda, puesto que los presumibles timos de “becas” y "descuentos" ya me los conozco y el "tuneo" de formación descatalogada u obsoleta, ofrecida como “gratuita”, también. Es vergonzoso.
Pero no todo es “miseria”. Existen instituciones que desde el primer momento se han puesto al frente del socorro al colegiado o al cliente o potencial usuario. Entre las corporaciones de derecho público resalto el Ilustre Colegio de Abogados de Málaga (ICAMálaga), que a la exención de las cuotas colegiales y otras importantes acciones, se unen las propuestas formativas a los colegiados que, a finales de abril, sumaban un "porrón" de participantes en las actividades programadas dentro del ciclo #AprendemosDesdeCasa, los talleres online y webinars, tanto en directo como en diferido e inscritos en las píldoras formativas a través del campus virtual. En marzo, el Centro de Formación del Colegio reactivó las actividades adaptándolas a la nueva situación y utilizando distintas herramientas digitales. No queda más que "quitarme el sombrero" y "aplaudir a las 20:00 horas".
Y en el abanico de la oferta formativa privada que he recibido, quiero destacar la ofrecida por la universidad udima y el CEF; extensísimo programa de conferencias on-line que está incluyendo un amplio abanico temático: derecho, economía, finanzas, marketing, educación, tecnología, humanidades, competencias profesionales... A lo anterior se une la recopilación de las grabaciones de todos los eventos, a las que se pueden acceder desde su canal en Youtube. Concluyendo: Que tomen buena nota aquellas instituciones que "miran hacia otro lado", intentan cubrir sus inflados presupuestos de gastos cobrando injustificadas cuotas al desamparado miembro o pretenden hacer "caja" a costa de la desgracia de la COVID-19. Con las acciones solidarias del ICAMálaga y de Udima-CEF, se ayuda mucho pero, sobre todo, se construye futuro y se refuerza la confianza en esas instituciones. Gracias. Fuente de la imagen: geralt en pixabay.