jueves, 27 de febrero de 2020

¿Sostenibilidad competitiva?

Fuente de la imagen: geralt en pixabay
Álvarez[1] define la sostenibilidad como la satisfacción de las necesidades actuales del ser humano, pero sin afectar la capacidad de las generaciones futuras, o, dicho de otra forma, suscitar el avance económico y social en armonía con el medio ambiente. Wandemberg[2] la entiende como un transcurso “socio-ecológico” diferenciado por una conducta que indaga en pro de una excelencia compartida. Para Merenson[3], la sostenibilidad se encuentra amarrada a la relación (o la armonía) del ser humano con su entorno, sin afectar negativamente a las capacidades y posibilidades de otro ecosistema. En cuanto a la competitividad, está generalmente aceptada y definida como la perspectiva de extender la complacencia del usuario o consumidor mediante un armónico o justo precio. Acotado los términos por parte de la doctrina, cabe preguntarse: ¿Puede ser la sostenibilidad sinónimo de competitividad? Estimo que todavía la sostenibilidad no armoniza con la competitividad, pero a la vista del "problemón" medioambiental en el que estamos inmersos, tanto en perspectiva "global" como ya en "local", mientras antes sean equivalentes o coincidentes, mejor para las generaciones futuras. 

Recientemente, la Comisión Europea (CE), ha publicado informes por país en los que se analizan los principales retos socioeconómicos de cada Estado miembro, reflejando la Estrategia anual de crecimiento sostenible[4], que hace especial hincapié en la “sostenibilidad competitiva” con el objetivo de construir una economía que esté al servicio de las personas y del planeta[5] (y no al revés: personas y planeta al servicio de la economía de unos cuantos individuos). Los informes por país se centran en cuatro dimensiones: sostenibilidad medioambiental, aumento de la productividad, equidad y estabilidad macroeconómica. Por primera vez, estos estudios también evalúan los avances de los Estados miembros en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas y destacan las políticas macroeconómicas y de empleo que pueden ayudar a alcanzarlos. Asimismo, analizan los retos y oportunidades para cada país derivados de la transición climática y energética. En la misma línea, señalan las prioridades para el apoyo del Fondo de Transición Justa. Fuente de la información: CE. Fuente de la imagen: geralt en pixabay. 
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[1] Álvarez, JA. Gestión ambiental con tecnología de información. Revista Rethos. "Especialización en práctica pedagógica universitaria". Universidad Francisco de Paula Santander. 2005. 
[2] Wandemberg, JC. Sostenible por Diseño. Amazon. 2015. Visitado el 27/02/2020 
[3] Merenson, C. Estrategia Nacional de Desarrollo Sustentable. Secretaría de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental. Argentina. 2001. Visitado el 27/02/2020. 
[4] Presentada en diciembre de 2019. 
[5] También se evalúa, para cada Estado miembro, la aplicación del pilar europeo de derechos sociales y su rendimiento en el cuadro de indicadores sociales que lo acompaña.