Degustando una oblea de Karlovy Vary |
Te dejo instantánea de la degustación de una oblea rellena de chocolate que me ha traído el querubín (Muchas Gracias) desde Karlovy Vary, ciudad balneario de Bohemia, región occidental de la República Checa. Curioso, un postre que se dice típico de algunos países hispanoamericanos y, sin embargo, parece que también es costumbre en Centroeuropa. ¡Ay! ¡La Globalización! ¡El mundo es un pañuelo! Similares hábitos alimenticios separados por miles de kilómetros. Por la cara que tengo en la foto, deducirás que estaba riquísimo.
El caso es que durante una semana y pico ha estado de viaje de curso de Bachillerato, en el marco de un interesante y bien organizado circuito cultural, que ha incluido percibir la Viena clásica, paseando por el casco histórico, recorriendo los lugares por donde solía transitar el emperador, entrando en la Opera, la Catedral de San Esteban, el Graben (una de las calles más lujosas de la Ciudad), el Hofburg (Palacio Imperial), el Palacio de Schönbrunn… Una necesaria y rica experiencia (sensaciones, conocimiento, convivencia, sufrimiento operativo, sentimientos, sorpresas...) en su aún reciente caminar por la Vida.
Igualmente, me cuenta que ha conocido la Budapest Histórica, la Gran Sinagoga, la Ópera... y un paseo en barco por el Danubio para ver desde el río más monumentos. Después de disfrutar la ciudad de Bratislava, partieron hacia Praga, donde admiraron su castillo, el callejón de oro, paseo por el rio Moldava… Asimismo, se desplazaron hasta la fantástica Karlovy Vary. Finalmente, agradecer a Ildefonso, Vanessa y María Jesús la organización, tutelaje y coordinación de todo el viaje. Ocho días culturalmente bien aprovechados. Parte de este texto también se ha editado en el sitio gastropost, bajo el título "El mundo es un pañuelo".