En este alba del día posterior a la natividad, festivo en mi país, me apetece escribir sobre gastronomía, tan presente en estas fechas en mi ámbito territorial de relaciones. Y es que en el periplo por las Sierras de Málaga, que ya te adelanté en “Con la Venia de Su Señoría”, he saboreado algunos platos típicos de las distintas comarcas que conforman la provincia de Málaga (España), como puede ser el Plato de los Montes, que referencié en textos como “Cargando pilas” o el expresivo “De escándalo”. Cierto que también utilizo “Los Montes de Málaga” para criticar mi dominio del idioma inglés, pero en este caso, se refiere a gastronomía tradicional.
En los diversos escritos en los que de soslayo nombré el plato, en ninguno acompañé una instantánea de la composición culinaria, por lo que arriba te dejo una foto de la ración que saboreé en el fin de semana pasado en Ardales. Como observarás, consta de un generoso trozo de lomo en manteca, chorizo, morcilla, huevos, pimientos, patatas, migas… Como diría Teófilo, todo un “levanta boinas” (similar al que te describí en “Chicharrones rondeños”). Lo de levanta boinas es porque la boina se sube al cielo, en sentido metafórico, consecuencia de la energía que atesora el contenido del plato. Parte de este texto también se ha editado en el sitio gastropost, bajo el título “Plato de los Montes”. Fuente de la imagen: archivo propio.